Capítulo ciento veintinueve: Decisiones difíciles.
Esa noche no pude pegar un ojo en toda la noche, me la pasé mirando el techo acostado en el sofá, ella no volvió a salir de la habitación y mucho menos a hablarme, tome mi teléfono y le mande un wuisap a Dilan y Jesua, necesitaba hablar con ellos.
Sus respuestas no demoraron en caer, me esperaban en la casa de Dilan en diez minutos, volví a levantarme, guardé el sobre en mi bolsillo trasero, me puse la campera tomando mis pertenencias y salí del apartamento.
Cuando golpee la puerta no demoraron en abrirme, Dilan estaba sentado junto a Renata, Jesua me hizo una señal para que entrara y ambos tomamos asiento,
—¿Qué sucede chico?, te ves horrible— Jesua preguntó, escudriñándome con la mirada,
— Anda suéltalo de una vez— ella siempre tan impaciente,
— Luisa está embarazada— solté la bomba mirando el suelo,
— ¡QUE! — gritaron al unísono los tres,
— ¿Pero, estás seguro? — pregunto Dilan con apuro,
— ¿Qué pruebas te dio? — Argumento Jesua,
—¡Eres un imbécil! — aclaro Rena