Rosa... No podía creer lo que Ashton me dijo. Quería decirle que yo también sentía algo por él, pero tenía miedo. Había tantos "y si..." dando vueltas en mi cabeza. Sin embargo, le invité a pasar. Él estaba sentado en mi pequeña mesa de comedor mientras yo seguía trabajando en mi presentación. Se ofreció a ayudarme, pero era algo que tenía que hacer por mi cuenta.
"No sé tú, pero yo tengo hambre. Voy a buscar algo de comer. Ahora vuelvo".
Ashton me besó la mejilla y se alejó. Aproveché para llamar a Brigitta. Necesitaba contarle lo que había pasado; tal vez ella pudiera darme algún consejo.
"¿Rosa? ¿Todo bien?". Brigitta contestó después de unos cuantos timbres. Se me escapa una risita. Siempre se preocupa cuando la llamo a altas horas de la noche.
"Todo está bien. Necesito hablarte de algo".
"Rosa, es medianoche. Pensé que te había pasado algo". Sonaba muy preocupada, haciéndome sentir mal.
"Lo siento. No sabía a quién más llamar. Ashton vino a mi apartamento esta noche y