Frederick
Se llenó de zombis en la pantalla dividida mientras Eloise y Sheldon disparaban desde un cañón lanza guisantes, bueno ellos me habían dicho que así se llamaba.
A nuestro alrededor la sala de juegos del centro comercial era un completo caos de niños jugando. Había decidido salir a dar una vuelta con los trillizos para que Leah descansara un poco, ya habían pasado más tres meses desde el nacimiento de las gemelas y sabía que necesitaba un respiro, tanto como yo un momento a solas con ella, aunque aún no me atrevía a pedírselo.
No estaba seguro de cómo funcionaba aquello de volver a la normalidad después de tener un bebé, o en este caso dos. Luego le escribiría a mi amigo de pre parto para que me echase un cable, sabía que el puerperio ya había cesado. Aunque ella no dijo nada a pesar de que ya había pasado un mes de eso. Tampoco lo mencioné porque no quería parecer ansioso. Aunque lo estaba y mucho.
—¡Soy muy buena en esto! —Gritó Eloise, saltando y bailando. —¡Te gané! ¿Qué e