Phillip entró a la habitación, y Georgina lo sorprendió de nuevo. Esta vez, por su pijama. Era diminuta, de encaje negro, ceñido a su… aún esbelto cuerpo.
¿Cuántos años tenía su esposa?
Cuarenta y tres.
Había parido una hija hacía veintitrés. Se había casado con él a los diecinueve. Era virgen la noche de bodas.
Ah, suspiró Phillip. Se le estaban viniendo muchos recuerdos justo ahora.
Miró a Georgina con la intención de sonreírle y decirle que recordaba cuando, la primera noche, ella había salido del cuarto de baño