Camila Sáez
Desperté en un cuarto frío, todo mi cuerpo dolía, sentía que mi cuerpo había sido rasgado, sobre todo en la entrepierna, luego recordé a mis hijos, ¿Dónde estaban? ¿Estoy sola? ¿Será que me han dejado sola?
Me senté en la cama y pronto vi la figura varonil de Leonardo, sonreí, de pronto comencé a oler su perfume, ese aroma tan embriagador que reconocería en cualquier lugar.
_ Amor. – susurré. Él se levantó, parecía q