 Mundo de ficçãoIniciar sessão
Mundo de ficçãoIniciar sessão—Fue mi idea —dijo Aurora.—¿Por qué no podemos salir si estamos igual rodeadas de empleados?— preguntó ella con la voz ligeramente temblorosa.
Theo miró a Aurora sobre su yegua y negó molesto. Simplemente no podía creer que hubiera tenido el valor de salir de la mansión sin su maldito permiso. Además no podía creer que se hubiera atrevido a tocar a su preciada yegua. Nunca nadie se había atrevido a tocarla.
Decir que estaba furioso era poco. Estaba a microsegundos de explotar y terminar metiéndole un tiro a Aurora.
—¡Bájate de ahí o te meto un tiro! — soltó, totalmente amenazante.Theo miró a Aurora acariciar el pelaje de la yegua que pertenecía a su madre y no pudo evitar ponerse nervioso. Recordó aquel día lluvioso en la casa de campo, recordó a su madre moribunda en aquella inc&oacu








