CAPITULO 4

No sé ni como estoy nuevamente sentada en la banca junto a Steve que me miraba con esa sonrisa que podía iluminar la noche, y me pregunto «¿En qué momento terminé aquí? ¿Cómo le voy a hacer para llamar a don Carlos y decirle que venga por mí?» y de pronto lo escucho decirme —Pagaría lo que fuera por saber lo que estás pensando.

—Estoy pensando en que debo trabajar mañana —dije, aunque sabía que no era así porque la persona a la que le cuido su niño no me contestaba los mensajes y no tenía la limpieza de oficinas hasta el siguiente lunes —bueno yo creo que mejor dicho hoy… siento que debo irme y le debo llamar a don Carlos para que venga por mí —dije eso casi sin pensar para que no descubriera lo nerviosa que me sentía a su lado.

—Primero si me visitas en mi oficina mañana mismo te contrato, aunque sea un sábado voy a la oficina y segundo yo te puedo llevar a tu casa —dijo Steve sin dejar de mirarme creo que para entonces ya se había dado cuenta que eso me ponía muy nerviosa.

—A mi pieza querrás decir —recapacito rápidamente en mis palabras que yo sola acabo de decir sin ayuda de nadie y miro la expresión de Steve —a la puerta de mi pieza… sólo a la puerta no pongas esa cara ni pienses mal —respondí mientras Steve no pudo contener la carcajada.

—Tú estás poniendo sola pensamientos en mi mente —me respondió mientras me cerraba un ojo.  

—Ya por favor… me estoy poniendo nerviosa y yo nerviosa digo cada locura —respondo mirando al suelo mientras veo que Steve levanta mi cara con uno de sus dedos, no necesitaba más, me miraba y en sus ojos veía no sólo al hombre mas atractivo de todos sino también a un hombre simpático, tierno y con la voz mas sexy y varonil que me alborotaba cada hormona de cuerpo y sin lugar a dudas él sabía muy bien lo que me pasaba, debía levantarme de ese lugar lo antes posible pero era como si yo le decía a mi cuerpo  vamos sal de aquí corre ahora en este instante que para luego es tarde y la otra parte de mi decía… quédate olvida el mundo y se feliz relájate flojita y cooperando.

Cerré mis ojos, mi corazón saltaba a mil por hora, podía sentir su cercanía ya no podía hacer nada y justo en ese instante suena su celular él respira profundo lo mira y contesta diciendo —Mas te vale que sea realmente importante.

—Lo es… necesito dinero —escucho la voz de una mujer que le dice eso casi gritando como dándole una orden.

En ese momento me levanté y caminé hacia el salón sin darle tiempo a nada, de camino llamé a don Carlos para que viniera por mi y me dijo que él estaba en el estacionamiento así que sólo le envié un texto a Vale y salí lo más rápido que pude pensando «soy una estúpida de seguro debe estar hasta casado y yo voy de facilona debo volver a mi mundo ya… mañana buscaré a la otra compañía» sin poder evitar un par de lágrimas me subí al carro y le agradecí a don Carlos que estuviera ahí.

—Todo bien señorita —me dijo don Carlos de seguro me vio mal, aunque yo trataba de ocultarlo.

—Todo bien don Carlos —respondí— la verdad es que estoy muy cansada estos zapatos me están matando es la falta de costumbre además me siento muy extraña esta no soy yo.

—Pero usted es ahora una profesional y deberá presentarse de acuerdo con su posición en una empresa y los tacos probablemente serán cosa normal.

—Si lo sé —le respondí —la verdad es que tengo algo de ropa formal, aunque créame toda es de segunda mano extrañaré vestirme de jeans y blusas sueltas que parecen de tres tallas más.

Como era de noche y había menos tráfico en 25 minutos esta vez ya estaba de vuelta en mi pequeño lugar, me despedí de don Carlos le di la mano y le agradecí por todo abrí la puerta de mi pieza entré y miré alrededor que contrastaba con ese elegante salón donde acababa de estar, con suerte en mi pequeño lugar tenía una maceta con una planta que una de mi vecina la señora Silvia me había regalado, mientras en la fiesta habían jardines hermosos y arreglos florales por todas partes, me quité los zapatos que me hizo volver a mi realidad de 3 pulgadas menos, poder caminar descalza ya era una placer pero decidí quedarme un rato vestida así, quien sabe si algún día volvería a ser Jessica Rabbit, cerré los ojos y me senté en borde de mi cama recordando esa voz, esos ojos y la cercanía de sus labios nunca un hombre me había provocado tantas emociones, tengo 25 años y por primera vez me sentí bonita y deseada y aunque esa no era yo debo reconocer que no me sentía mal después de tantos años de ese difícil momento era la primera vez en la que de verdad no me sentía mal.

***

Cuando Steve recibió la llamada trató de terminar lo más rápido, pero no pudo evitar ver como Aurora caminaba hacia el salón así que a penas terminó de hablar entró en su búsqueda hasta que encontró a Vale y Nelson y les preguntó, Vale le dijo que recibió un mensaje de Aurora diciendo que se iba a su casa.

—Por favor Vale dame su dirección —dijo Steve.

—¿Qué paso con mi amiga? —preguntó muy seria Vale —¿Le hiciste algo?

—No le hice nada, lo prometo lo que pasó es que la madre de mi hijo llamó y no sé qué debió haber pensado ella y se fue.

—¿Tienes un hijo? —pregunto Nelson —nadie sabía eso.

—Es una larga historia y su madre casi no me deja verlo, pero si me llama para pedirme dinero todo el tiempo.

—Eso quiere decir que no están… —justo Vale iba a preguntar cuando Steve la interrumpió —No estoy casado ni con ella ni con nadie, por favor dame la dirección de Aurora yo quiero que ella trabaje conmigo.

—¿Sabes que trabajamos en equipo? —dijo Vale con una sonrisa.

—Si logramos que Aurora trabaje para mí, el nuevo departamento que pretendo abrir en la constructora será de ustedes tres, pero dime donde la puedo encontrar.

—Me va a matar si te doy su dirección.

—Diré que la siguió mi chofer… lo que quieras por favor quiero hablar con ella —dijo Steve casi rogando por la información y eso no era lo que él hacia normalmente.

—Como que te gustó mucho Aurora ¿verdad? —dijo Vale mientras levantaba la ceja y le guiñaba un ojo a Nelson.

—Por lo que veo esa chica de rojo si lo impresionó —dijo Nelson y mirando a Willy y su grupo agrego —y al parecer no fuiste el único te aviso.  

—Aurora no sólo es hermosa además sencilla, directa, dulce e inteligente… por favor ayúdenme, chicos.

—Está bien, pero me prometes que tendrás cuidado Aurora es una chica buena de verdad su vida ha sido sólo estudiar y trabajar además tiene un pasado difícil y a pesar de todo es la única aquí que terminó en base a becas ya que sus resultados fueron siempre los mejores y ni te digo todo lo que esa chica hace, yo me siento orgullosa de ser su amiga… si le haces algo te las vez conmigo —dijo Vale en tono desafiante.

—Tú no quieres ver a Vale enojada —dijo Nelson con una sonrisa.

—No para nada y por lo que veo tú tampoco —respondió Steve poniendo en blanco los ojos —por favor quiero hablar con ella —insistió Steve mirando a Vale.

—Está bien te la envío a tu celular dame tu número, pero ya sabes ten cuidado con ella.

En cosa de segundos Steve puso la dirección en su GPS y salió del lugar no sin antes tener que prácticamente esquivar unas cuatro chicas en su camino a la puerta que tenían claras ideas de insinuación incluso estaba una hermosa chica con la que Willy se había estado besando pero que después de poner sus ojos en Steve lo dejó solo.

Al llegar al estacionamiento encontró a don Felipe, su chofer, a quien le pidió que lo llevara, algo dentro de él le decía que debía buscar a Aurora esa chica tenía algo especial.

***

Mientras tanto Aurora tirada en su cama se decía —Ya Jessica Rabbit es hora de que despiertes y vuelvas a la realidad sácate ese vestido que el show ya terminó —se sentó en su cama y dijo—es hora de volver a ser Aurora — justo en ese instante tocan a su puerta.

—Por Dios quien podrá ser a esta hora tal vez alguno de mis vecinos necesita algo —así que sin zapatos y con aun el vestido puesto abrió la puerta para encontrarse con Steve que ahora sin los tacos lo sentía aún más alto y fuerte a su lado.

—¿Podemos hablar? —y viendo por unos segundos que no había respuesta alguna —Por favor necesito aclarar algunas cosas es muy importante para mí.

—Está bien pero no quiero que mis vecinos piensen que estoy entrando a un hombre a mi pieza… tú sabes se presta para que después digan cosas de mi que no quisiera.

—¿Quieres ir a otro lugar?

—¿A qué lugar?

—No lo sé, a un dinner que están abiertos las 24 horas o si quieres a mi departamento.

—Mejor el dinner, aunque vestida así no se.

—¿Tienes hambre?

—Te mentiría si dijera que no.

—Olvida la ropa ven conmigo esto es New York vamos por algo de comer a mi lugar favorito.

—¿Estás seguro? ya son las dos de la mañana —respondí sabiendo que tal vez esa no era una buena idea pero que podía hacer esos hermosos ojos pardos me miraban y aunque mi mente dijera “¡¡Peligro!!” mi corazón decía “¡¡Tú dale con confianza!!” así que volví a crecer las 3 pulgadas y viendo esa sonrisa hermosa tomé mi bolso cruzamos la pequeña entrada del lugar su chofer nos esperó y abrió de inmediato la puerta del carro yo me subí Steve cerró la puerta y se sentó por el otro lado junto a mi y con una sonrisa le dijo al chofer —don Felipe le propongo que vayamos a su casa para que pueda descansar y yo me llevo el carro esta noche voy a ir a comer y quisiera conversar con esta señorita  por un buen rato para que no me esté esperando.

—Señor, ¿está seguro? yo no tengo problemas en esperar.

—Tranquilo don Felipe y mirándome dijo —¿No te molesta que hagamos eso para que don Felipe pueda descansar? ha estado corriendo conmigo desde la mañana.

—Por favor claro que no me molesta, de seguro debe estar cansado al igual que tú, si quieres nos vemos otro día y así tú también descansas.

—Yo no estoy cansado —respondió Steve casi sin pensar.  

Sabía dentro de mí que esto es un juego peligroso pero no lo puedo evitar y ahí estaba yo sentada junto a ese Dios Griego cuando eran mas de las dos de la mañana  camino a quien sabe donde a comer vestida aun de Jessica Rabbit donde mi cabeza  me decía  «Esto es peligroso» y mi corazón «El que no se arriesga no cruza el rio» y siendo honesta tenía unas ganas de nadar en ese rio que si la madre superiora me escuchara me mandaría a rezar diez rosarios sin pensarlo dos veces, dejamos a don Felipe en su casa, él es un hombre de unos 45 años fuerte y grande parece también un guardia de seguridad ya que viste traje y corbata aunque se ve que es una buena persona, bueno así lo percibí yo, Steve abrió la puerta del carro para que me sentara junto a él adelante y manejó hasta llegar a un pequeño dinner, no había mucha gente aunque de  los pocos que vi sentí  las miradas, cuando Steve notó eso de un par de hombres de inmediato tomó mi mano y caminó junto a mí hasta la mesa que nos asignaron, llegó la mesera y ordenamos ambos unas hamburguesas con papas y café.

Cuando la mesera nos dejó solos vino la pregunta que sabia llegaría y tomando mi mano y mirándome fijamente dijo —¿Por qué me dejaste cuando recibí esa llamada?

—No quise interrumpir imagino que debe ser tu novia, pareja o esposa así que lo mejor era dejarte solo —respondí rápidamente tratando de ser honesta.

Steve sonrió y sin soltar mi mano dijo —No estoy casado, no tengo novia ni pareja, aunque la que escuchaste es la madre de mi hijo, tuve una muy breve relación con ella que fue un desastre, quedó embarazada y yo le prometí que siempre estaría ahí para nuestro hijo, pero casi no lo puedo ver ya tiene 4 años, pero cada semana busca la manera de pedirme dinero.

—Está muy pequeño necesitaría a sus padres —le respondí yo sabía bien lo que significaba para un niño estar sin sus padres.

—Juro que lo intenté pero créeme si te digo que nunca hubo en realidad  amor en esa relación y lo mas probable que eso haya sido por parte de los dos… yo asumo mi responsabilidad en eso y traté de que funcionara pero los meses que duramos juntos  fueron un verdadero infierno, sólo estuvimos viviendo juntos desde que quedó embarazada y cuando dio a luz ella se volvió insoportable así que le propuse que se quedara con el departamento el carro y que le daría dinero  pero que me dejara estar en la vida de mi hijo.

—¿Y ella aceptó eso? —pregunté mientras no podía dejar de ver como su mirada se volvía triste al contarme esa historia.

—En un comienzo sí, me dejaba al niño para irse de fiesta, pero después decidió cambiar y ahora casi no me deja verlo, pero si me pide dinero todo el tiempo, se cambió de casa y llevo meses tratando de que me lo deje ver.

—¿Qué piensas hacer? no es bueno que estén así con el niño.

—Lo sé, mi abogado me sugirió pelear la custodia ya que sabemos que Marcia ha estado incluso consumiendo drogas y temo por mi hijo.

Por primera vez veía a Steve vulnerable, me estaba confiando algo personal, yo era una chica a la que acababa de conocer y aunque la lógica me decía no debería estar involucrándome en esa relación otra parte de mí sólo quería perderse en su mirada.

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