Mundo ficciónIniciar sesión«Creo que esta vez sí que le toqué una fibra sensible» pensó la jovencita mientras releía el correo de su amiga “alemana”. Su confesión había surtido el efecto esperado: la indignación. Era normal —aunque no por eso menos aberrante— que Gretel percibiera las ejecuciones homosexuales como algo “necesario” para preservar la paz en su país. Había sido enseñada a sentir eso.
Sin embargo, ahora que el asunto se había vuelto algo personal —puesto que la involucraba a ella, su amiga interdimensional— la irracionalidad del acto había saltado justo frente a sus ojos. Y por fin estaba convencida de que había cosas en su mundo que funcionaban mal. Ese era justamente el paso que tenía que dar para dejar de lado su espantoso miedo a la verdad y compartir toda la información que fuera necesaria.
Orgullosa, Sacnict&







