Salimos de la casa y nos separamos, los chicos se van de regreso a la corte con el fin de avisar a los demás y empezar a cazar a Lucy, mientras Dieter nos lleva en el carro hasta una iglesia en específico en la ciudad, Tila le dice el camino y llegamos en un par de minutos. Es un edificio enorme, algo descuidado, tampoco parece que tenga mucha gente devota para rezar.
Caminamos por la calle pegada al edificio llegando a una puerta de metal roja a las espaldas del mismo. Veo a Tila, estoy aún escéptica de que este sea el lugar, después recuerdo donde ella vive y no se me hace tan alocado. Mi abuela toca tres veces y en eso la puerta se abre. Un chico si acaso de 15 años es quien se asoma, es rubio y sus ojos son enormes y azules, tiene la piel de porcelana y viste un atuendo blanco, nos ve a los tres con seriedad y regresa la mirada hacia Tila.
—Querido, quiero hablar con el padre Thomas, es un caso de vida o muerte… ¿puedes decirle que lo busca Tila?—, en cuando