Su padre siempre fue el mejor amigo de mi padre, tiene su poblada barba pelirroja al igual que su melena, siempre ha sido un hombre grande y robusto de ojos azules, por otro lado la madre de Amanda es delgada y menuda, de cabello rubio, de ojos azules. Me acerco a ellos con paso firme.
—¡Dieter!, que gusto volverte a ver— me saluda el padre de Amanda con calidez.
—Señor Fischer, el gusto es mío, pero tengo que sincerarme con ustedes— le digo y noto una nota de tristeza en la mirada de Amanda.
—¿De qué se trata Dieter?—, me pregunta la madre de Amanda con curiosidad.
—Su hija es hermosa y es la loba más fuerte que conozco, pero lamentablemente hace unos días me impronté, mis ojos ya tienen dueña, yo… lo lamento— noto la molestia del señor y el dolor en los ojos de Amanda.
—Pero se trata de una hechicera— se acerca mi mamá interrumpiendome —y ahorita está intentando dominar a un vampiro… a Armand, seamos sinceros… las brujas son tan frágiles com