¡Dijiste que yo era tu novia, Erick!

Baño hecho, pelo arreglado, vestidito de vuelo, una sonrisa en los labios que no quiere salir del todo, brillo en las mejillas y en los ojos. Suspiro frente al espejo. Nunca había visto eso en mí mismo. Lo más estúpido de todo esto es que estoy encantada, completamente embrujada y completamente involucrada y... ¡maldita sea! Asustado también. Miedo de enamorarme de mi jefe y apegarme demasiado a esta familia. ¿Y si Logan me encuentra aquí? ¿Y si les hace algún daño? Nunca me lo perdonaría. No, no puedo encariñarme y no debería enamorarme. Todo tendrá que ser un juego breve con fecha de caducidad o no podré marcharme. Dejo escapar otro suspiro, este con una mezcla de desánimo y determinación, y me alejo del espejo para finalmente encontrarme con las chicas y Erick en la mesa del desayuno. Sin embargo, cuando llego a la parte superior de las escaleras noto una fila de empleados tensos en el centro de la sala y de inmediato los ojos del ama de llaves