*Nick*
¿Cuántas veces lo habían hecho? Si tuviese que ser honesto, acorraló a Liam en cada superficie plana del departamento y, bueno, toda la actividad física lo dejó bastante cansado, al igual que a Liam.
Su novio dormía tan malditamente sosegado, la cabeza sobre su pecho y se permitió grabar en su memoria cada detalle del rostro sereno y asalmonado de Liam. Dejó que sus dedos se enredasen entre las hebras azabaches y sedosas, acariciando lentamente. Estaba en paz consigo mismo, estaba bien, ellos estaban bien y por más que en algún recoveco de su consciencia supiese que todo acabaría más temprano que tarde, no quiso cavilar de más pensando en cosas que a la larga se solucionarían.
(…)
Sintió algo que le provocaba tenues cosquillas en su pecho y se removió en un intento de alejar aquello, pero el letargo poco a poco lo abandonaba