Aterrizamos por la tarde, fue un viaje bastante tranquilo y sin demoras, no hubo momentos incomodos, me encontraba completamente tranquila. Ya había pasado todo lo malo, por un momento pude olvidar los momentos de angustia que viví hace unas horas, en la partida de Jacobo.
Nos encontramos todos en la sala de espera, tomando nuestras maletas y saliendo del lugar, una vagoneta nos esperaba para llevarnos a nuestro hotel. Por lo menos el día de hoy descansaríamos un rato para que la mañana siguiente fuera un día completamente productivo.
Al llegar al hotel nos asignaron nuestra habitación donde pasaríamos dos semanas, a todos nos dieron una habitación individual.
Llegue y me instale tranquilamente, con algunos pensamientos que llenaron mi cabeza, pero con un poco más de paz.
Pero esa paz no duraría mucho, mientras desempacaba mis cosas, comenzó a sonar mi teléfono con miles de mensajes, uno tras otro, sin medida. Comencé a pensar que era, Jacobo, pero esta vez no era así, los mensajes qu