Jun se despertó completamente agotado—Brendan lo tenía aprisionado contra su pecho, y no tenía forma de moverse. Aunque tampoco tenía ganas de hacerlo.
Sonrió al recordar lo increíble que había sido el sexo la noche anterior. Había algo diferente, y le había encantado.
Acarició la espalda de su Alfa suavemente, mientras escuchaba su corazón latir tranquilamente.
Jun lo amaba—no había duda de ello.
Se acurrucó contra su pecho y suspiró. Inhalando su rico olor.
"Buenos días," murmuró el Alfa. "Te levantaste animado hoy." Comentó burlonamente y solo así Jun se percató de que estaba erecto.
"Oh."
Brendan se inclinó y lo miró fijamente. Tomó su mano y la llevó a su entrepierna, mostrándole que ambos se encontraban en la misma condición.
"Siempre sabes cómo agitarme." Murmuró en una voz seductora, y lo besó ardientemente.
Esa mañana continuaron una sesión que se alargó por unas horas, haciendo que ambos llegaran tarde al desayuno.
***
"Este es mi favorito, tío Ambrose."
Jun obse