Greco Morelli.
La maldita sonrisa que estaba estampada en mi rostro me acompañó hasta llegar a la oscuridad de mi departamento, Leandro se encontraba en el cuarto de enfrente, sí, me aseguré de tenerlo enfrente para seguir cuidando de él, su condición era mi culpa y estaba completamente seguro de que no desearía ver a Raquel en ese estado, mucho menos a Alexandra o Emma.
Me senté en el sofá y encendí el televisor mientras daban aquella película del mafioso enamorado de la chica, una corriente eléctrica recorrió mi ser cuando el protagonista tuvo que decirle la verdad de su trabajo a la mujer que amaba, ¿Sucederá lo mismo conmigo?
Mi celular vibró en la cartera de mi pantalón y lo saqué emocionado pensando que sería Alexandra quien me llamase, pero no, era Leandro.
—¿Dime? ¿Qué necesitas? —pregunté esperando que mi amigo se dignase a hablar.
—Sí pudiera matarte, lo haría. —comentó—. Canal 36, ahora. —dijo con el mismo tono serio, ¿Qué mierda? ¿En verdad se atrevió a amenazar al diablo