DUNCAN
Tenerla cerca es una sensación indescriptible.Cómodo, tranquilo, es como me siento.Siento que se acurruca más a mi lado y yo gustoso, la recibo.Nunca había dormido tan bien en este tiempo.—Hay que arreglar las cosas —me habla Sareth.— Es lo que pensaba hacer hoy.La muevo un poco y me desplazo a la orilla para salir de la cama pero su voz me detiene: —Buenos días.Mi instinto pide estar cerca de ella, por lo que volteo y la veo restregar sus ojos, cierro los míos e inspiró hondo sintiendo su delicioso olor a duraznos y caramelo que siento me va a enloquecer.—Buenos días—respondo luego del silencio.Sus ojos son expresivos a la hora de mirar mi torso desnudo. Quiero sonreír, sin embargo no lo hago para que no se sienta incómoda.Se incorpora y se estira una vez de pie.—Creo que iré a … cambiarme —termina con la voz en un hilo. Recoge su ropa del sillón y an