Rubí.
Iba a acompañar a Mapa a la fiesta, pero mamá, con su, no salgas, porque tenía una rara corazonada y al verla tan nerviosa desistí, y más cuando dijo: si deseas mucho ir, tendrás que hacerlo con tu hermano mayor. Y eso sí que no, Luis David era peor que un militar custodiándome. Ahora estaba intenso y podré de su novia; la pobre era la única que se lo aguantaba.
Cuando la llamaron para contarle lo acontecido con Angélica y Eros, los cuales andaban desaparecidos, comprendí sus corazonadas. Y ahora más, desde la llamada recibida notificando la desaparición de Mapa, preguntaron si ella se encontraba conmigo. —Y no tenía manera de defenderla, porque nos pidieron no hacerlo, pero ella estaba molesta y celosa.
En un principio habíamos quedado en no ir, por eso yo también desistí de la reunión. Y algo debió de pasar para que ella saliera sola, detestaba hacerlo, no era su patrón psicológico. Me pareció muy raro de parte de María Paula. Para colmo, Angélica seguía sin responder a mis