Helena al llegar a su habitación, preocupada le pregunta:
—¿Padre, qué te paso? ¿Por qué estas así?
—Hablé con mi amigo, me mencionó los riesgos que vamos a correr al quedarnos aquí. Hay muchos que ya saben, que tú eres la heredera de Don Juan, porque te casaste con él… y nos exponemos a ser el foco de atención de los delincuentes de zonas vecinas, recuerda que aquí todos nos conocemos.
»Que lo mejor sería que aceptaras la herencia para mudarnos a una casa más segura, por el riesgo que estamos corriendo, sobre todo con tantas personas nuevas en el pueblo, debido a la construcción de la represa. Helena escuchando a su padre, de inmediato tomó una decisión.
Al salir de su habitación, ella hablo con el abogado respondiéndole que aceptaba la herencia. El abogado al escuchar la respuesta de ella, la felicitó y le advirtió que era lo mejor que podía hacer, porque les daba tiempo a ellos para resguardarla, advirtiéndole también, que debía a