Punto de vista de Teresa
Me encontré en un café veinte minutos después sin recordar el trayecto. Solo piloto automático, mi cuerpo moviéndose mientras mi mente reproducía una y otra vez esa imagen: Rafael sosteniendo a otro niño. Rafael sonriendo a otro niño. Rafael siendo el padre que nunca le permití ser.
El café estaba lleno con la hora punta de la mañana: gente tomando café camino al trabajo, a vidas que tenían sentido, a futuros que no se construían sobre mentiras y arrepentimiento.
Pedí un té que no quería y me senté en una mesa del rincón, mirando a la nada.
¿Qué estaba haciendo? ¿Qué había estado haciendo los últimos seis años? Matándome trabajando, luchando por sobrevivir, criando a nuestra hija sola mientras me convencía de que era la elección correcta.
Tal vez había sido correcta hace seis años. Tal vez su madre habría logrado destruirnos. Tal vez Rafael me habría resentido por costarle su herencia.
¿Pero ahora? Ahora lo veía vivir una vida sin nosotros, y no podía evitar p