Mientras escuchaba las dulces palabras de Néstor, en el corazón de Clara surgieron ondas de turbulencia. Sin embargo, en ese momento, de repente, en su mente apareció la nítida y apuesta cara de Christian, así como su imponente figura.
En ese instante, la vacilante fe de Clara se convirtió en un escudo sólido, inexpugnable. Aunque Néstor fue su antiguo novio y ella había invertido emociones en él en el pasado, en circunstancias anteriores, podría haber considerado perdonarlo si demostraba un arrepentimiento sincero.
Pero ahora, con la compañía de Christian, Carmen y otros durante este tiempo, ella había comenzado a salir gradualmente de la sombra de su desamor. Después de pasar penurias en un momento oscuro de su vida, no estaba dispuesta a caer en la misma trampa.
—Néstor, si realmente sientes que me debes algo, déjame ir ahora. De esa manera, todas las deudas y resentimientos entre nosotros se cancelarán. Pero la reconciliación es absolutamente imposible —Clara habló con determinació