Era evidente que esta vez estaba usando la misma táctica que la anterior, tratando de capturar a Carmen o Andrea como lo hizo la última vez. Si lograba atrapar a una de las dos mujeres, podría amenazar a Christian y forzarlo a liberar a Valenciano.
—¡Te atreves a desafiarme!— La mirada de Christian ardía de hostilidad. Dio un giro y su puño, cargado de una feroz determinación, se lanzó hacia el ataque de Fernando. Planeaba incapacitar a Fernando antes de ocuparse del resto.
—¡Qué insolencia!— exclamó una voz enojada en ese momento. Un grupo de sombras se acercó rápidamente, liderado por el señor Benítez y su destacada habilidad de la familia Benítez, finalmente había llegado.
Al llegar, el señor Benítez vio a Fernando atacando a Andrea y Carmen. Su enojo se inflamó. Preocupado de que Christian no pudiera detener a Fernando, el señor Benítez no dudó en actuar. Golpeó con una palma cargada de una abrumadora fuerza hacia la espalda de Fernando.
Así, con el ataque de Christian desde el fre