21. Flores que no pudieron florecer
Capítulo 21
Cinco años después
El café humeaba en la vajilla de porcelana antigua, el mismo juego que Rose Ravencroft sacaba solo en ocasiones especiales. Esta lo era. Muy pocas veces en la vida se podía celebrar un best seller internacional… y menos aun cuando la autora vivía bajo un seudónimo, en el anonimato absoluto, lejos de los focos y las cámaras.
El salón principal de la mansión Ravencroft se llenó de risas suaves y una energía cálida. Rose, con sus ojos chispeantes, decidió brindar no con café sino con su copa de champaña.
—En algún lugar son las seis —dijo como respuesta a la pregunta muda de Jazmín y Elías— A la magia de las palabras —dijo con orgullo—. Y a ti, mi querida Jazmín. A ti.
Jazmín bajó la mirada, sonrojada, mientras apretaba entre sus dedos el borde de la taza de café. Elías, sentado a su izquierda, sonrió con una calidez que le nacía del pecho y le tocó la mano con suavidad.
—Eres oficialmente una autora publicada, aclamada y misteriosa —dijo con una leve risa—