Después de acordar los últimos detalles con las brujas, las cuales me piden un par de meses para poder entregarme el arma que pedí, decido marcharme del aquelarre, sintiéndome emocionada por haber cumplido mi objetivo.

Al salir del aquelarre nuevamente le doy un largo y estrecho abrazo a mi mejor amiga, pues despedirme de ella… En verdad es lo más difícil de todo esto.

—Cuídate mucho, ¿De acuerdo? —me pide ella sin dejar de abrazarme— La guerra iniciará pronto, y no quiero que te hagan daño.

—Lo intentaré… Pero no olvides que ahora mi objetivo es pelear, ya no planeo permitir que Raven me pase por encima, voy a defender mi manada —aseguro con firmeza.

—Lo sé, te has convertido en la Luna más fuerte de todo el continente —Mae dice llena de orgullo.

Finalmente ambas nos separamos, pero antes de que pueda marcharme, Mae nuevamente me detiene con una sorpresa.

—Oh… Y toma esto —me pide mi amiga, entregándome una pequeña caja envuelta con papel de regalo rosa.

—¿Un regalo? —pregunto confun