En medio de todo el caos que hay en el aquelarre, Maelis y yo caminamos silenciosamente por la mansión, hasta llegar a uno de los salones principales, donde varias brujas estaban reunidas hablando y ordenando varios libros.

Aun dudando y con temor, Maelis es la que entra primero, aclarándose la garganta para llamar la atención.

—Líder Baela… —dijo Maelis con temor— Disculpe la intromisión, pero Selene Nightclaw, la nueva Luna de la manada Garra Nocturna, desea hablar con usted.

“Selene Nightclaw…” Mi boda ha sido muy reciente, y aún es muy raro escuchar el apellido de Julian unido al mío, por lo que reacciono de manera tímida, aun sin poder creer debo ser la “orgullosa Luna de la manada Garra Nocturna”.

Ante el anuncio de Maelis, todas las brujas en la habitación dejan de hablar, y se giran hacia nosotras con una expresión extraña, como si dudaran un poco sobre nuestras intenciones en el sitio.

—Vaya, que sorpresa… Por lo general grandes líderes de otras manadas no vienen aquí —dijo l