Capítulo 40.
Con mucho cuidado pongo un poco de polvo en mi rostro, terminando de esa forma con mi maquillaje “elegante”, dándome una última mirada en el espejo, confirmando lo que ya sabía.
Ni con todo el maquillaje del mundo podría verme más bonita.
Hoy también sería la boda de Amara, y de solo pensar en ella mi corazón se encoge. La imagino en su nueva manada, rodeada de gente y mis padres, tan hermosa en su vestido de novia y con su rostro perfecto.
Y no puedo evitarlo… Siento envidia, porque ella está teniendo una maravillosa boda, mientras que yo estoy aquí sola, sintiéndome fea en el que se supone que debe ser el día más especial de mi vida.
Limpiando una lágrima de mi mejilla, me canso de sentir lastima por mi misma, y poniendo el velo como el último accesorio finalmente termino de arreglarme.
Se que no soy una novia “ideal”, pero espero que mi aspecto sea lo suficientemente bueno como para no decepcionar a Julian y que aun quiera casarse conmigo.
Completamente sola salgo de la habitación