La primera vez que conocí a Maelis fue en la escuela, Mae es una bruja, y al igual que yo es una rechazada social. Las dos tenemos la particularidad de haber sido “besadas por la Luna”, lo cual nos hizo tener algo en común, y con el tiempo nos convirtió en mejores amigas.
—De acuerdo, ¿Que querías mostrarme? —pregunto entrando en la habitación de mi mejor amiga con confianza. —Mira esto —dice Mae con un evidente rostro de preocupación. Tomando una libreta, ella me muestra una extraña escena dibujada con lapiz negro, en la que se puede ver varios arboles y una pareja en el centro de dicho bosque, ambos corriendo a la luz de la luna. —¿Estos somos Raven y yo? —preguntó con una sonrisa. —Creo que… No —dice Mae aparentemente temerosa—, mira mi mente. Mae y yo a pesar de que somos “besadas por la Luna”, tenemos una ligera diferencia, ya que mi mejor amiga no puede leer los pensamientos de las personas, ella es lo que llaman una “clarividente”, puede ver el futuro. El problema de Mae es que no es tan buena en ello, supongo que ver el futuro es un tipo de habilidad que necesita más tiempo de entrenamiento, no puedo estar segura ya que es algo típico de brujas y ellas entrenan solas, lo único que sé es que mi amiga no es tan buena con sus predicciones, que suelen ser vagas y a veces no llegan a cumplirse. Decidiendo enfocarme en ella y su mente, observó un recuerdo, una visión de algo que aún no ha pasado… Leer la mente de las personas no siempre se trata de “palabras”, a veces veo imágenes, como una película, aunque eso siempre me toma más esfuerzo que solo “oír sus voces internas”. En el caso de Mae lo veo como una película, envuelta en una niebla espesa me veo a mi misma corriendo en medio de la maleza de un bosque oscuro, con un prominente abdomen de embarazo, y bajo la luz de la luna alcanzó a un hombre, al cual abrazó por la espalda de forma cariñosa. —Por favor… Yo te amo… —escucho mi propia voz como un eco lejano. La visión de Mae es tan débil que no puedo oír todo lo que digo, solo me fijo en el rostro y el porte de ese hombre al cual abrazó con desesperación, el cual a pesar de que espero que sea Raven… En realidad es ese alfa aterrador, Julian Nightclaw… Hasta que todo se desvanece. Me quedo boquiabierta, mientras Mae y yo nos miramos fijamente, hasta que yo niego con la cabeza. —No, eso es imposible, no puede pasar —me niego en rotundo. —Tu lo viste, es una visión legítima, eres tu y es alfa, no tu amado Raven —repite Maelis, evidentemente preocupada. —Mae…. No me obligues a decirlo. Es imposible, debe ser una de esas tantas visiones que tienes que no llegan a cumplirse, no hay manera que yo elija a otro alfa que no sea Raven Ashwood, y mucho menos alguien como… Julian. —Escucha, estoy preocupada Sel —Mae no se ofende con mis palabras y toma mi mano—, es una visión legítima, y se que va a ocurrir. Si ese es el destino que quiere para ti la diosa Luna, ¿Que pasa si te equivocas mañana eligiendo a Raven como tu esposo? Rápidamente retiro mi mano de Maelis y la miró con molestia, ¿Que acaba de decir? —No hay nadie más que Raven, es mi verdadero amor, mi único amor, no hay ningún otro alfa que yo pueda amar que no sea él —respondo de forma rotunda. —Temo por ti Sel… Mis visiones se equivocan a veces, pero en esta ocasión estoy completamente segura, se que tu destino es Julian Nightclaw, convertirte en su Luna y darle un hijo… Aun si tu amas a otro alfa. *** Después de limpiar toda la cocina de mi casa, me escabullo fuera a mitad de la tarde. Después de reunirme con Maelis hoy en la mañana, no he dejado de pensar en su tonta profecía, verme a mi misma embarazada y abrazando a otro alfa que no sea Raven me incomoda, me hace sentir intranquila… Como si fuera un error. Y sabiendo que no podía sentirme así, no cuando mañana es el día en el que se supone que debo elegir a mi próximo esposo entre todos los alfas de las diferentes manadas, decidí acudir con la única persona capaz de tranquilizarme cuando me siento tan mal. Raven… Se que no debería, no cuando nadie debe o puede saber que estamos juntos como una pareja, algo que podría arriesgar mi futuro con él al considerarlo algo “indigno”. Pero no puedo evitarlo, necesito los brazos y los besos cariñosos de Raven para sentirme tranquila, de lo contrario, podría enloquecer. Usando mi poder, me infiltró en su hotel en mi manada, leyendo los pensamientos de todos los empleados y sus acompañantes, hasta acercarme a la suite principal, donde se que él está durmiendo. Solo un poco más y voy a poder estar a su lado, tener a mi guapo Raven besándome y diciéndome cuánto me ama. Estoy a punto de abrir la puerta de la suite hasta que lo escucho… Raven no está solo, a su lado hay una mujer. Esperen un segundo… ¿Esa es Amara? Creo que dejo de respirar, todo esto se siente como un sueño, pero se que no lo es. Puedo verlo, en la mente de ambos, se encuentran juntos en la cama, teniendo sexo. Me cubro los labios con una mano para ahogar un grito de angustia, mientras mis ojos se llenan de lágrimas. Mi propia hermana, puedo ver como Amara toca a mi alfa, besa sus labios, es suya… ¿Cómo pudo Raven? Él sabe que Amara es mi hermana, y aun así… ¿Cómo pudo llevarla a su cama? —Ah… mi amado alfa… Eres tan bueno en el sexo, no puedo esperar para ser tuya —dice Amara satisfecha al terminar, descansando plácidamente en sus brazos. —Solo un poco más, mi ángel —responde Raven con la voz calmada, de la misma forma en la que suele hablarme a mi—, solo un día más y podrás ser mi esposa. ¿Angel? ¿Así es como le habla a ella? Me repugna… —No olvides el plan, mi amor —dice Raven, mientras sus pensamientos se llenan de lujuria—, mañana debes dejar de que Selene sea la primera en decidir, cuando me elija a mi, tu debes pedirme también. Ambos estan a punto de iniciar una segunda ronda de sexo, hasta que mi hermana molesta se separa, y puedo ver en sus pensamientos un claro resentimiento hacia mi. —No lo entiendo Raven, ¿Porque haces esto? —pregunta ella molesta— Mi hermana es una tonta, la más fea e inservible de esta manada… No, de todo el continente. ¿Por qué estás tan decidido a tenerla a ella y a mí como tus esposas? Con una sonrisa esbozandose en sus estúpidos labios, puedo escuchar claramente unas palabras en la mente de Raven. “Besada por la luna…” Retrocedo asustada, ¿Cómo puede saberlo? Yo nunca se lo dije, la única persona que sabe sobre mi secreto es Maelis, y confío en que ella no me ha traicionado. —Confía en mi amor, yo no la amo, ¿Cómo podría cuando tu eres la más hermosa de todas? —pregunta ese estúpido alfa con una sonrisa siniestra— Solo necesito de ella un hijo, luego de eso nos desharemos de su inútil vida, y seremos felices para siempre. —Confío en ti amor, lo prometo Raven, te ayudaré con tu plan, aceptaré ser tu segunda esposa para que podamos estar juntos… Mis ojos se llenan de lágrimas al darme cuenta de su traición, mi propia hermana y el que creí que sería el amor de mi vida, besándose y amándose en una sucia cama de hotel, conspirando en mi contra y planeando mi muerte. No puedo creerlo… Esto debe ser un sueño, aunque sé que no lo es. A pesar del dolor solo puedo preguntarme una cosa… ¿Raven sabe que puedo leer su mente? ¿Cómo pudo descubrir mi secreto?