Capítulo 30.
De todas las personas en el mundo, no esperaba ver a Amara en este lugar, en medio de tantos humanos que ella desprecia…
Es decir, sabía que ella vendría a este hotel, pero esperaba que se mantuviera apartada, en los lugares que se reservaban para los lobos, ni en un millón de años hubiera esperado que Amara fuera quien… Me salvara.
—Por supuesto, soy yo idiota, ¿Quien mas? —pregunta ella con molestia, acercándose al hombre humano— Déjala pasar, es mi invitada.
—Pero señorita… —intenta replicar el guardia.
—¿Sabes con quién hablas? Soy la esposa del señor Ashwood, no tienes el derecho de replicar.
Amara estaba… Diferente. En esas dos semanas que pasamos separadas, ella cambió su imagen, no solo se cortó el cabello para lucir un poco más madura, también estaba usando ropa de diseñador y con un estilo un poco más “adulto”, como si quisiera ser más sofisticada.
Mi hermana siempre tuvo ropa cara, mis padres la miraban mucho, pero jamás ropa de diseñador como el vestido rojo elegante que u