Ethan
—Por favor padre quita la denuncia en contra de Rose —había llegado hace unos días, intenté por todos los medios poder hablar con ella, pero no recibía mis visitas y no había nada que pudiera hacer para ayudarla.
—¡Ethan te volviste loco hijo! —dijo mi madre al oír mi suplicas a mi padre.
—Querida no te preocupes que esa delincuente pagara lo que hizo —dijo mi padre muy firme de sus palabras.
—Rose no es ninguna delincuente.
—¿Qué no lo es? ¿Y lo que hizo? Acaso perdiste el juicio.
—Todo debe tener una explicación —dije desesperado.
—Nada justifica lo que hizo, aquel incendio nos costó perdidas y lo sabes ¡Podría haber sido peor! No lo ves.
—Pero no lo fue, y no me salgas con pérdidas millonarias, aquella bodega solo contenía barriles vacíos, todo el licor se encontraba aun en la destilería.
—Ethan nada va a hacerme cambiar de idea, ella pagara con la cárcel ¡Es mi última palabra! —al decir aquello mi padre subió las escaleras hacia su habitación, mientras que yo me quede sentad