Capítulo 21 – un mensaje de texto.
Rebeca abrió los ojos con sorpresa cuando vio a Emma entrando por la habitación, desde aquella última noche en que su hermano la sacó de ahí, la chica no había tenido noticias de Emma, y la verdad era que, aunque Rebeca no era una persona de muchos amigos y prefería estar asilada la mayor parte del tiempo, Emma le generó buena impresión, y a decir verdad, había estado un poco preocupada, a pesar de que ella jamás fuera a decir aquellas palabras en voz alta.
–¡Todavía vives! – dijo, con una sonrisa escondida detrás de su característico sarcasmo.
Emma no tenía recuerdos de ella, así que frunció el ceño y se acercó con desconfianza.
–¿Te conozco? – titubeó.
Enseguida, la monja, que estaba consciente de la situación de Emma, se adentró en la habitación para explicar a su compañera lo que sucedía.
–Señorita Wilson – se dirigió a Rebeca – su compañera sufrió un accidente de tránsito meses atrás, eso le provocó la perdida parcial de su memoria, ella no recuerda nada de lo que pasó mientras