-Para que no me hagas daño a mi- El príncipe sonrió, con esa sonrisa tan practicada que tenía, para ganarse el corazón de las chicas y el apoyo de los hombres, también señalo las costras negras/verdes que tenia donde ella lo había rasguñado en la mejilla y antebrazo.
-Desátame si tus palabras son ciertas-
El príncipe dudo y cavilo sus opciones, una era la posibilidad de que ella se escapaba, perdería información muy importante, otra es que ella lo ataque y él se tendría que defender de nuevo, perdiendo así la oportunidad de ganar su confianza y la información que le diera no podría ser cierta, solo una opción fue la viable.
-Esta bien, pero por favor no me ataques, ni escapes-
-Esas son muchas condiciones- Refunfuño ella.
El desamarro una de sus muñecas, dejándola libre para que ella pudiera desamarrarse las demás, el príncipe le dio su espacio, el poco espacio que permitía la carpa, y se volvió a sentar en la silla.
-¿Un poco de comida?- Él se apuró en señalar un plato con fruta y ja