Solo seguían en pie los que eran los más veteranos en las batallas, porque los demás ya estaban muertos.

Igual que llego la oscuridad, igual se fue, y el sol de la mañana volvía a invadirlos con su acogedor calor.

La vista era desagradable, demasiados soldados eran los que estaban muertos, muy pocos quedaban en guardia.

-Eso fue todo! Jajaja- Farfullo el príncipe, sintiendo que fue una victoria fácil.

Para el sacrificar más de la mitad de sus tropas no significaba nada, aun no desaparece su magia, varias de sus copias reían y otras seguían en guardia con sus navajas a sus en sus manos.

Arats inhalo profundo – Esto apenas empieza-

Un solo príncipe escucho lo que dijo y se quedó con la boca abierta.

La Selini original que estaba atrás de Arats se puso en guardia.

Todos los demás Selinis seguían escondiéndose atrás de soldados o de las otras copias del príncipe.

Los hombres caídos se empezaban a levantar, escupiendo brea negra, de los ojos y heridas también emanaba ese liquido espeso y n