Capítulo 54: Ocultar su rastro.
Aquella noche Arianna elevaba una oración por la recuperación de su amado gato; el sentimiento de haber sido casi violada la seguía embargando, y el miedo de lo que Mariana y su padre eran capaces de hacerle con tal de salirse con la suya, la mantenía en un estado de vilo…sin embargo, a pesar de todo ello, no podía simplemente doblar las manos como había hecho siempre, de lo contrario ellos controlarían su vida hasta el último día de ella, y por eso debía de mantenerse firme a pesar de todo.
— Gracias, Leonardo, por estar conmigo. — musitó Arianna con voz queda.
Leonardo negó y tan solo la abrazó. Volviéndose a besar, ambos decidieron esperar juntos a que ocurriera el milagro por el que estaban orando.
Mariana caminaba nerviosa en su departamento; la noche parecía más callada de lo normal, y no había tenido noticias aún del matón que había contratado para asustar a su hermana menor. Tomando el teléfono, vio que no tenía ninguna llamada extraña; había usado un teléfono desechable para