Cariñitoooooooos, se nos ha acabado la historia!!! no saben lo emocionada que estoy, esta es una novela que he amado de principio a fin, co personajes que crecieron conmigo y con ustedes y que se volvieron más fuertes en cada paso que dimos. Muchas gracias por creer en mí y apoyar mi trabajo, esto es lo que me motiva a cada día seguir escribiendo. Sobre Said y Menaly quiero hacer algo muy cortito, pero no será enseguida, debo pensarlo bien, no les prometo nada jeje pero pueden respirar tranquilas porque nuestros protas tienen el final que se merecían. Besoooos y no olviden dejar su reseña en el perfil oara ayudarme a conseguir más lectoras!!
Sinopsis Said el segundo mejor abogado del medio oriente, ha sido criado en un entorno de deber y lealtad, pero se ve enfrentado a dilemas morales cuando conoce a Melany, una pequeña fierecilla a la que rescata en una subasta de trata de blancas y que pone su mundo de cabeza. Melany ha vivido una vida de opresión y abuso a manos de su poderoso padre, quien la entrega a un cruel traficante en un acto de venganza por su rebeldía, hasta que es rescatada por el abogado más atractivo que ha visto jamás, pero ella ya no confía en los hombres y único que quiere es un lugar seguro dónde esconderse. Sin nadie a quién recurrir, ni un lugar a donde ir, se ve obligada a quedarse junto a su salvador, pero lo que no esperaba era que tenerlo cerca despertara tantas cosas que creía que habían muerto dentro de ella. Ahora, juntos, luchan contra las fuerzas que intentan destruirlos, mientras descubren la verdad detrás de sus propias identidades y se enfrentan a los demonios de su pasado. ¿Podrá
MelanyMelanyEl hombre frente a mi habla y habla pero yo no estoy escuchando nada. Lo único que mi mente puede procesar en estos momentos es el miedo. Miedo y rabia, dos sentimientos que me han acompañado desde que tengo memoria, ambos causados por la misma persona.—¿Está escuchando algo de lo que he dicho, señorita?—mis ojos van hacia el agente, del cuál no recuerdo el nombre y veo que parece cansado de intentar hablar conmigo.Bueno yo también estoy cansada. Agotada para decir verdad. ¿Quién me dice que puedo confiar en ellos? Para mi los monstruos habitan dentro de cualquier persona, no tienen que ser feos ni espeluznantes, por el contrario, la mayoría de las veces se disfrazan tan bien que pueden habitar dentro de aquellos que creemos son nuestros heroes.Asi que no, no confío en esta gente. No confío en nadie, sin embargo hasta el momento solo ha habido una sola persona que ha cumplido con su promesa y es raro que esa persona sea la misma que encontré en uno de mis peores momen
SaidDos semanas, ese es el tiempo que ha pasado desde que finalmente conseguimos atrapar al infeliz de Slait y las cosas finalmente parecen estar en paz.A pesar de los acercamientos que tuvimos en el último mes, no he vuelto a estar en contacto con mi padre, él dijo que se encargaría de todo a partir de ahí, las chicas fueron rescatadas y los m4lditos enfermos capturados, por lo que me he dedicado a seguir con mi vida, sin embargo por más que he intentando no he podido borrar de mi mente el recuerdo de la chiquilla, esa fierecilla que peleó con garras y dientes para intentar conseguir su libertad.Ese día, cuándo finalmente habíamos salido de ese infierno, ella me miró a los ojos y había tanto en ellos, pero lo que más prevalecía era la incredulidad, como si no pudiera creer que no le hubiese mentido, lo que consiguió que una parte primitiva de mi despertara porque ¿Qué tanta mierd4 tuvo que haber pasado para sorprenderse ante una buena acción?Entonces los agentes se la habían llev
SAMIRA“Papá… No… “Dolor, eso es lo único que mi cerebro puede procesar en estos momentos, un dolor tan grande que ni siquiera sé dónde empieza y dónde termina, pero que me está consumiendo por completo. El olor a antiséptico y el pitido constante de una máquina a mi lado me hacen saber que me encuentro en un hospital, lo cuál no alivia ni un poco mi preocupación, por el contrario solo consigue alterarme mucho más.El silencio que sigue al sonido de la máquina es suficiente para hacerme saber que estoy sola en este lugar. No hay nadie más conmigo aquí, ni mi padre ni mi madrastra, aunque tampoco es que esa mujer fuera a venir a cuidarme, por el contrario de seguro está ansiosa esperando a que nunca despierte, pero mi padre nunca me abandonaría y ese simple pensamiento comienza a alterarme. Porque si no está conmigo es por algo.Haciendo un esfuerzo sobrehumano intento abrir los ojos y me cuesta más de lo que debería conseguir que mis pestañas se alcen y por más que trato no consi
AmirLlevo una semana en Estambul. Y por más que quisiera decir que es por mero placer o que estoy disfrutando de la variedad de mujeres que ofrece la ciudad, la verdad está muy lejos de ello. Una pista me ha traído hasta aquí, una pista en el caso más importante en toda mi carrera como abogado.Y eso que soy el dueño del buffet más importante y temido de todo el maldito planeta.Me encuentro en la habitación de hotel con todas las fotografías regadas por la cama, y en cada una de ellas se ven las distintas personas que he seguido en la ciudad y otras tantas que mi grupo de detectives privados han capturado para mí. En la pared del fondo he estado trazando los hilos que lo conectan a todos:Trata de blancas, secuestro, esclavitud, asesinato, narcotrafico y la lista sigue hasta ir conectando punto a punto, persona con persona, solo necesito el puente que me lleve a vincularlos a todo a la maldita cabeza detrás de toda esta mierda: El milagroso. Así es como lo llaman en el bajo mun
SamiraMiedo. El miedo se mueve dentro de mí como si de una masa viscosa se tratara y termina absorbiendome por completo. Puedo sentir la cercanía del hombre, aunque no lo veo se que su rostro está muy cerca del mío y eso hace que los latidos de mi corazón vayan desbocados dentro de mi pecho.—No… Yo no le pertenezco, usted no puede…—Claro que puedo, porque yo te he comprado, querida, ahora eres mía —el aliento de Amir roza mis labios y siento como la cabeza me da vueltas, mientras que mis manos se cierran en puños sobre la sábana de la camilla.Nunca antes en mi vida había estado tan cerca de un hombre y no se si el hecho de que no pueda verlo es una maldición o una bendición.Puedo sentir el nudo en mi garganta haciéndose cada vez más grande, mientras que el miedo, la angustia y la desesperación se van apoderando cada vez más de mí.—Mientes —digo con los dientes apretados. Aunque sé que eso solo podría empeorar mi situación, pero no puedo contenerme—. Mi padre nunca me habría ve
Samira El aturdimiento al sentir sus labios en mi frente no me deja pensar y el hecho de no poder ver consigue que la sorpresa sea mucho mayor cuando siento como sus manos se van a mis piernas y cintura y me toma en brazos, consiguiendo que deje salir un grito, mitad sorpresa y mitad dolor, pues aún me duele todo el cuerpo por el accidente. No quiero ni imaginar cómo debo verme en estos momentos. —Lo siento, princesa, pero debo sacarte de aquí asi que vas a tener que aguantarte el dolor por un momento. Las ganas de responderle con cientos de improperios me está comiendo viva, pero sé que eso solo me va a traer más problemas, pues aunque no lo pueda ver si que he escuchado hablar de él, su fama recorre todo el medio oriente y esa no es precisamente la de un un hombre amable y cariñoso, no, de hecho es todo lo contrario. Por lo que me limito a apretar los labios con fuerza mientras él comienza a caminar conmigo en brazos. Aunque si soy sincera, cada una de las veces que escuché
Amir Mis ojos se fueron de inmediato a las mujeres enfrente de mí y quise golpearme de bruces contra una pared nada más verlas. Amina, Maya y Haifa, son algo así como mis mujeres recurrentes, las tres lo sabían y ninguna ponía problema al respecto. De hecho, las tengo viviendo en una de mis propiedades, tenemos una relación que disfrutamos los tres y donde no tengo a nadie atrás poniendome problemas. En nuestra cultura no hay problema con que un hombre tenga más de una mujer, siempre y cuando todas tengan las mismas condiciones, sin embargo yo no soportaría jamás tener a todas viviendo en mi casa, eso es algo que no es negociable para mí y que ni siquiera entra a consideración… Hasta ahora. No había pensado ni un segundo en las tres mujeres enfrente mío cuando tomé la decisión de traer a Samira, y es que siendo sincero no me siento seguro dejándola en ninguna de mis otras propiedades, ni mucho menos al cuidado de alguna de ellas. Las conozco y sé lo locas y celosas que pueden