69. Mi busqueda termina
Amir
Una semana, ha pasado una semana y no he podido encontrar al infeliz de Karim y a Samira.
He recorrido no solo Marruecos, sino todas las ciudades cercanas buscando información y no he conseguido nada, lo que ha hecho que mi humor este peor que nunca.
Ahora el aire se espesa con la tensión que me consume. Cada segundo sin ella se siente como una eternidad. Mi mente se ha vuelto un torbellino de preocupación y desesperación. No he descansado, no he comido, solo he estado buscándola sin descanso.
Mi paciencia se ha deshilachado hasta quedar en hilos, y mi temperamento está al borde del colapso.
El equipo de búsqueda se reúne frente a mí, esperando informes que no llegan con la rapidez que necesito. Mi pulso late con impaciencia, y mi voz resuena con un tono áspero cuando finalmente les demando respuestas.
—¿Qué han encontrado?—inquiero, mi voz cargada de ansiedad y frustración.
El líder del equipo titubea antes de responder.
—Señor, tenemos una pista. Al parecer, alguien la v