Adrián
El dolor es insoportable, mucho más agudo que cualquier cosa que haya sentido. La guerra ha terminado, la maldición borrada, pero ¿a qué precio? Sasha… se ha ido, llevada por el sacrificio que hizo para salvarnos a todos. Estoy solo, solo en un mundo que de repente parece demasiado grande, demasiado vacío.
No sé cuánto tiempo he estado allí, arrodillado junto a ella, las lágrimas fluyendo sin fin por mi rostro. La imagen de su silueta inerte me atormenta a cada latido de mi corazón. Prometí protegerla, nunca dejarla ir, pero no pude evitar que se sacrificara.
Nyx se encuentra a una distancia respetuosa, observando, en silencio. Incluso ella, con toda su sabiduría, parece desconcertada. Conoce el precio de esta victoria y sabe que nadie sale ileso de este tipo de guerra.
Adrián, murmura, su voz suave pero firme, debes dejarla ir. Ella hizo lo que creía correcto, y no puedes traerla de vuelta. No de esta manera.
La miro, con las palabras atoradas en mi garganta. Tiene razón, por