Adrián
La primera cosa que siento al escuchar el nombre de Dante es un frío glacial, un escalofrío que recorre mi espalda. Dante… Aquél que, durante tanto tiempo, ha formado parte de nuestras vidas de una manera que preferiríamos olvidar. Pero ahora, parece ser la clave, la guía hacia algo más grande y más siniestro. Él guarda secretos que ni siquiera Karla se atreve a revelar plenamente. Sabe cosas sobre esta reliquia, sobre el pasado, sobre nosotros. Y sobre todo, sabe lo que estamos dispuestos a sacrificar para salvar el mundo que conocemos.
Dante, repite Sasha, su voz casi un susurro. ¿Por qué él? ¿Por qué ahora?
Su pregunta flota en el aire, y veo la misma desconfianza en sus ojos que en los míos. Hemos compartido momentos con Dante, algunos de ellos aterradores, otros... demasiado ambiguos para ser comprendidos. Pero él nunca ha jugado limpio, y la idea de darle una nueva oportunidad, incluso bajo la presión de esta situación, me parece suicida. Sin embargo, Karla ha hablado de