No solo eso, sino que también recibí la notificación de mi tutor: podía regresar a participar en los diferentes proyectos de la escuela.
La actitud un tanto contradictoria de la institución me dejó un poco confundida. Pero poder volver a clase era un alivio; al menos ya no tendría que seguir viviendo en casa de Leonardo.
Con Karla arrestada, sentía que mi seguridad había mejorado considerablemente.
Al recibir la llamada de la escuela, empecé a empacar mis cosas. En solo unos días, me di cuenta de que había acumulado más equipaje en casa de Leonardo.
Me había comprado varias prendas y artículos de tocador tanto a Samantha como a mí, y al organizar todo, terminé con una maleta completa.
Cuando regresó al mediodía y vio mi maleta, frunció ligeramente el ceño.
—Leonardo, Karla fue arrestada, y la escuela me ha permitido regresar a los proyectos. Es hora de que me vaya —No sé por qué, pero al mirarlo sentí un poco de nervios.
—Te llevaré —Solo asintió, mirando hacia abajo.
El viaje de regre