— ¿Qué te pareció el humano? —le preguntó Gabriel a Galadiel mientras se alejaban del lugar escogido para la reunión de negocios.
—Interesante sin duda alguna; parece que no se impresionó mucho, ni siquiera preguntó qué éramos, como suelen hacer todos cuando ven nuestras alas.
—Quizás sea un poco más inteligente que la mayoría o tal vez ya sabría de nuestra existencia. Lo cierto es que tiene algo que no me gusta...una determinación en su mirada o un deseo muy arraigado en su alma; algo carcome a ese hombre y le hace peligroso. Lo raro es que no supe lo que era; de todos modos tengamos cuidado con él.
—Eso quiere decir que cuando deje de ser útil debemos de desecharlo, ¿no?
—Exactamente mi querido Galadiel; hemos llegado hasta aquí por la sencilla ra