—Cálmate, Serafina —su esposo trató de tranquilizarla, pero parecía estar entrando en pánico.
—¿Qué hacen ustedes aquí? —una voz mordaz interrumpió la escena. Todos se giraron y vieron acercarse a Cayetana tomada de la mano con Alexis, se veía notoriamente disgustada al ver a sus padres en vez de se