Aliss
No sé las horas que llevábamos encerrados en este sitio pero yo estaba desesperada.
No es que el sitió estuviera mal,era bastante amplio y había comida y bebida para que sobreviviera una semana toda la manada.También había una televisión y habíamos encontrado incluso algunos juegos de mesa.El problema no era el sitio éramos nosotros.Desde que llegamos aquí cada uno había estado la mayor parte del tiempo sumido en sus pensamientos,supongo que preocupados por los que estaban luchando ahí fuera.
Después de dar cien vueltas y deborar tres paquetes de patatas fritas ,(me entraba hambre cuando estaba nerviosa),mi amiga me dio unos toquecitos en el hombro y se sentó a mi lado en uno de los sillones.
—Estarán bien,estoy segura— no sé si lo dijo para mí o para convencerse a sí misma —¿Verdad,Gary?—
—¡Por supuesto!,los guerreros de nuestra manada son los mejores.No tenéis porqué preocuparos— contestó él.
—Y entonces,¿por qué tú pareces preocupado también?— le pregunté.
—No estoy preocupado