Dalila
Le escribí a Gary para que viniera después del almuerzo.Llevaba en la cama desde que volví de tener la conversación con Lili y mi mente no había dejado de funcionar a mil por hora.Necesitaba un respiro.Quizás unos golpes a los sacos de boxeo me ayudarían a no pensar.
Me puse la ropa de deporte y abrí un poco el ventanal para que la habitación se aireara mientras yo estaba fuera.Iba a correr las cortinas cuando me fijé que Dorian estaba en el jardín caminando junto a Lili. Sabía que la rubia me había visto pero quería oír de que estaban hablando así que me quedé escondida detrás de las cortinas casi sin respirar para que el Alfa no me notara.
—Dorian,querido,nunca me vas a echar de la casa de la manada ni de tu lado,¿verdad?— la voz de la rubia volvía a ser igual de chillona que siempre.Supongo que al saber que yo estaba escuchando Lili iba a hacer preguntas comprometedoras.
—No,claro que no,tu sitio siempre estará aquí ,a mí lado— pude escuchar claramente la voz del castaño,¿Per