Termino de comer algo, mientras le daba un poco de esta cada vez que giraba hacia mí sin dejar de mirar el computador y aunque nunca había hecho algo así y debería sentirme por ello, un poco avergonzada, ello no pasa.
No podía comprender como podía abrirme a un hombre que escasamente conozco, pero, realmente pasa. La mujer que quería recibir atención, se regocija internamente y la mujer que iba a ser fría, se queja.—¿Quieres descansar un poco? — pregunta Jareth cerrando su computador y yo lo observo aturdida al tener su mirada fija en mí.—¿Me decías algo? — pregunto confundida.—Estas muy distraída ¿Tienes hambre? Porque ya hemos terminado de comer y sigues mordiendo el tenedor, ¿tienes hambre? — pregunta Jareth y es allí cuando me doy cuenta de que he mordido tanto mi tenedor que está completamente de