Punto de vista de autor.

Y así pasaron más de tres meses con su relación creciendo cada segundo. Aurora pensó que tal vez con el tiempo su locura por ella disminuiría, pero qué equivocada estaba. Su locura por ella parece aumentar con cada segundo.

Zeus caminó hacia el balcón y la encontró sentada allí con una taza de té en la mano. Ella estaba disfrutando del hermoso clima. Caminando hacia él se sentó a su lado haciéndola lanzar una pequeña sonrisa en su camino. Un silencio pacifico los envolvió antes de que Aurora tragara saliva volviendo la cabeza hacia él

—Zeus, quería decirte algo.

El tarareó dándole toda su atención.

—No me sentía bien desde la mañana. Así que fui al médico hoy.

Los ojos de Zeus se volvieron preocupados. Se acercó a ella tocándole la frente.

—¿Por qué no me lo dijiste? Te habría llevado al hospital personalmente.

Ella sonrió sacudiendo la cabeza.

—Estoy bien. Es solo —sus suaves ojos la miraron con una pequeña sonrisa mientras la animaba a continuar—. Estoy em