Rescate
A lo lejos podía escucharse las sirenas de las patrullas que llegaban desde la ruta principal de Harville a la apartada casa de Lía. Bonnie se detuvo un momento, girando la cabeza hacia el sonido.
-Lía, es la policía. -Dijo, con un dejo de alivio en la voz. - Ya vienen. Ya estamos a salvo. -Pero Lía no se detuvo.
-¡No estamos a salvo, Bonnie! ¡Ellos no pueden hacer nada! -Dijo con la respiración agitada por el esfuerzo de caminar con sus hijos.
-¡No pueden hacer nada! ¿Exactamente contra qué no pueden hacer nada?
No tuvo tiempo de explicarlo. Un crujido se escuchó entre los árboles, más profundo, más pesado que un simple paso humano. Lía lo sintió en los huesos antes de verlo.
-¡Al suelo! -Gritó bajando a los niños de forma brusca y cubriendolos con su cuerpo.
Del otro lado del claro apareció un enorme lobo gris oscuro, con una cicatriz cruzándose todo el ojo derecho, dándole una expresión muy intimidante . Olfateó el aire, y clavó los ojos en ellas. Sus patas apenas hací