Raissa

Luces intensas, flashes intermitentes y el sonido constante de clics llenaban uno de los tantos estudios de Elysium. Varias personas del equipo circulaban con planillas, ajustes de vestuario y equipos. En medio del set, Iván llevaba ropa deportiva ajustada que resaltaba su físico impecable. El fotógrafo lo dirigía con entusiasmo y claramente estaba satisfecho con los resultados. Jamás imaginaría, en toda su vida, el trabajo que tuve para arrancar a Iván del videojuego y traerlo hasta aquí. Mi relación y todo lo que viví com Iván, yo lo guardaba solo para mí.

Me apoyé en una pared, observándolo todo con los brazos cruzados. Colgué mis lentes oscuros del cuello de la blusa mientras revisaba cada detalle con mirada analítica. Una mezcla de orgullo y cálculo. Mi maquillaje impecable servía como escudo de la noche mal dormida.

—Wow. Ese novio tuyo sí que es un hombre muy atractivo.

Giré lentamente el rostro y vi la sonrisita provocadora en los labios de Thais.

—Eso no lo puedo nega