Con más calma seguimos hasta el local en donde no hicimos fila y subimos al área VIP, en la que teníamos atención personalizada y muy buena, tanto que cuando llegamos enseguida nos dieron una mesa de buena ubicación y una de las camareras se acercó para servir.
—Buenas noches, bienvenidos a Lotus, dígame qué desea beber la noche de hoy…
—Para mí un whisky en las rocas y para ella agua —pedí con simplicidad y eso hizo que Amaya frunciera el ceño.
—No voy a beber solo agua, se supone que vinimos a divertirnos así que… quiero un Cosmopolitan, o no, mejor quiero lo que él pida, así vamos a estar parejos.
Era demasiado entusiasta.
—Lo que quisieras no va a ser; podríamos estar parejos, pero ya tú estás muy tomada y lo mejor que pued