Capitulo 35

Una vez en la silla, se acercó uno de ellos con un sensor que comenzó con su ruido molesto una vez que llegó a mi brazo izquierdo. Ese mismo ruido se repitió en mi cabeza, muy cerca de mi nuca.

El segundo hombre se acercó y con un equipo muy especial que parecían unas pinzas pequeñas, me extrajeron aquello que había ocasionado el ruido.

Al parecer tenía un par de chips rastreadores. Después de quitarmelos, el hombre los tiró al suelo y los rompió con un pisotón. Después de ver aquello, me pregunté ¿Qué otros misterios me encantaría en aquel lugar?

Me retiraron el rastreador a tiempo. Jamás me imaginé que alguien se hubiera atrevido a ponerme algo así. De inmediato pensé que Luis había sido el responsable en su intento por capturarme. Me molesté mucho con él solo de pensarlo.

Cuál sería mi sorpresa al resolver el misterio.

—Ahora podemos hablar como te lo prometí.—Me dijo el hombre rubio al recibir la confirmación de que no había más chips.—Podemos salir y responderé todas tus dudas.

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