42. ¿Que tanto me ves?
La abuela de Fleur no podía creer lo que su nieta le estaba diciendo.
¿Un viaje a la playa?
Era como un sueño que se hacía realidad. Hacía mucho que ella no iba a una playa, desde que su hija y su yerno habían muerto.
Pensar en ellos y en ese último viaje hizo entristecer a la vieja abuela de la joven, pero tras un breve momento dejo de pensar en eso. Lo que menos quería era que su querida y hermosa nieta sintiera la pena y no disfrutará del viaje, sobre todo al verla así de feliz.
—¿Entonces cuándo nos vamos? — le preguntó la abuela a su nieta.
—Mañana mismo nos vamos abuelita.
—Entonces ayúdame a empacar todo lo necesario.
—Por supuesto que lo haré, solo estaba esperando que me lo pidieras.
—Por eso es que te amo, nieta mía. Sabes que cosas decir o hacer para que esta pobre anciana no pueda negarte nada.
Fleur solo le sonrió y se abrazó a la anciana con fuerza, dejando besos en sus mejillas.
—No puedes culparme, lo único que deseo es verte feliz— la joven no paraba de besar a su abu