32. ¿Acaso Michael estaba ahí?
Era un restaurante de comida rápida, por lo que todos los platillos estaban en tiempo récord sobre las mesas y eso no era lo único, también los clientes iban y venían de la misma manera.
—¡Esto no es lo que pedí!— se quejó uno alzando la voz— yo pedí garnachas.
Otro cliente que se encontraba a pocas mesas de ese se levantó con un plato gritando — yo tengo sus garnachas ¿Quién tiene mis picadas?— pregunto haciendo que otro se parara.
—Por favor fíjese al momento de entregar. Si no puede con el trabajo, vaya a hacer otra cosa.
Empezaron a regañarla entre todos. El padre de su amiga Míriam salió al ver el alboroto que había en el área del comedor del restaurante.
—Señores, por favor seamos paciente y dejemos que Fleur se adapte.
En el fondo el señor conocía a sus comensales y él exigieran de la joven un aprendizaje rápido era porque no deseaban que ella dejara el trabajo.
—Bien, bien seremos pacientes. Pero que no tome este trabajo a la ligera, la mayoría de nosotros siempre venimos a co