306. EL ABUELO
—Está bien, además con todo el mundo aquí juntos, al fin vamos a poder descansar y dormir como hace días que no lo hacemos sin preocupación y tener que salir corriendo para el hospital. Ojalá Bella al escucharnos a todos nosotros se despierte cuanto antes.
—Sí, sí. Guarda todo eso. Ya veremos de qué se trata. Qué dinero es ese.
Se dirigieron abrazados y salieron al salón, para ver como Santiago sale corriendo llamando a todos los guardias de seguridad que se dirigen hacia sus autos, se montan y salen dirigiéndose a toda velocidad fuera de la casa de Christian.
—¿Qué pasó? —pregunta el abuelo Sardino que sale al escuchar el alboroto y los gritos de Santiago llamando a todos. —¿A dónde van con ese apuro?
—No lo sé abuelo, nosotros estábamos en el despacho y al salir nos encontramos con esto —responde Christian.
El abuelo se le queda mirando fijamente al darse cuenta lo rojo que tiene los ojos como si hubiese llorado, y un susto muy grande se le mete en el corazón pensando que alg